ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea)
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Vol. 43 (08) 2023 • Sept-Oct • Art. 7
Recibido/Received: 17/08/2023 • Aprobado/Approved: 27/09/2023 • Publicado/Published: 30/09/2023
DOI: 10.48082/espacios-a23v44n08p07
Clima de aula favorable en secundaria: análisis del discurso
docente online
Favorable classroom climate in secondary school: online teacher discourse analysis
VALDÉS-LEÓN, Gabriel S.
1
ITURBE GONZÁLEZ, Pamela I.
2
OYARZÚN YÁÑEZ, Romina A.3
Resumen
Esta investigación tiene como objetivo analizar las estrategias discursivas que utiliza una docente chilena
de educación secundaria para mantener un clima de aula favorable durante las clases online. Desde el
análisis del discurso, se analizaron tres clases de Historia en las que participaron 72 estudiantes de
primer, segundo y tercer año de enseñanza media. Para ello, se identificaron los episodios interactivos
y se seleccionaron aquellos en los se buscó la creación de un clima de aula afectivo y emocionalmente
positivo.
Palabras clave: clima de aula, educación secundaria, docencia online, análisis del discurso docente
Abstract
This research aims to analyze the discourse strategies employed by a Chilean high school teacher to
maintain a positive classroom atmosphere during online classes. Through discourse analysis, three
History classes were examined, involving 72 students from first, second, and third year of secondary
education. To achieve this, interactive episodes were identified, focusing on the creation of an
emotionally positive classroom environment.
Key words: classroom atmosphere, secondary education, online teaching, analysis of teacher discourse
1. Introducción
El clima de aula, entendido como el ambiente que se genera a partir de las interacciones entre estudiantes con
sus docentes, por un lado, y con otros estudiantes, por otro, dentro del contexto educativo, es un elemento
fundamental al momento de abordar los aspectos que influyen en el proceso de aprendizaje. Es importante
destacar que no es lo mismo que clima escolar ya que este último, aunque repercute en el primero, tiene que
ver con las cualidades físicas de la institución educacional y además incluye a toda la comunidad educativa
(Villanueva, 2020).
1
Investigador. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España. gabrielsebastian.valdes@ulpgc.es
2
Estudiante. Facultad de Educación. Universidad Católica Silva Henríquez. Chile. piturbe@miucsh.cl
3 Académica. Dirección de Formación General. Universidad Andrés Bello. Chile. r.amaliaoyarzun@uandresbello.edu
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El clima de aula desempeña un papel fundamental en el proceso educativo ya que tiene la capacidad de influir
significativamente en el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes. Por ejemplo, Wang y Eccles (2013)
encontraron en un estudio longitudinal que el clima de aula se relaciona con la motivación y el compromiso de
los alumnos. Asimismo, un estudio metaanalítico realizado por Roorda et al (2011) demostró que las relaciones
afectivas entre docentes y estudiantes contribuyen a la participación y el logro académico de los estudiantes.
Además, la importancia de comprender cómo los profesores pueden crear un entorno de apoyo y seguridad
emocional es respaldada por Rimm-Kaufman et al (2015), quienes encontraron que la calidad de la interacción
docente-estudiante se relaciona con el compromiso de los estudiantes en el aprendizaje de matemáticas.
Para lograr un clima de aula favorable es fundamental que los docentes establezcan una relación positiva y
empática con sus estudiantes. Johnson et al (1999) destacan la importancia de conocer y comprender las
necesidades individuales de cada alumno, y fomentar la empatía y la escucha activa. Además, se ha encontrado
que estrategias como el aprendizaje cooperativo, el debate en el aula y el trabajo en grupos pequeños
promueven la participación activa y el intercambio de ideas entre los estudiantes (Wang & Eccles, 2013).
Por esto, es importante que los docentes cuenten con herramientas socioemocionales que permitan mejorar las
relaciones e interacciones con sus estudiantes. Sin embargo, este es un aspecto pendiente dentro de la formación
y el ejercicio docente, lo que puede propiciar que el clima de aula resulte afectado por la presencia de conflictos
de difícil abordaje y mediación en el aula. En este sentido, es esencial que los profesores desarrollen habilidades
sociales y emocionales para mantener un clima de aula favorable para llevar a cabo un adecuado proceso de
aprendizaje (Gutiérrez-Torres y Buitrago-Velandia, 2019).
Los docentes deben cumplir y modelar el rol de facilitadores de entornos de tolerancia y respeto en la escuela,
espacio en el que se generan vínculos y dinámicas de interacción y convivencia, los que pueden tensionar el clima
de aula si no se evitan potenciales conflictos de manera adecuada por parte del profesor y de la escuela. Por lo
tanto, el docente tiene a su cargo la acción de mantener un ambiente apropiado en el aula a través de la
comunicación asertiva, regulación emocional, empatía y flexibilidad, entre otros aspectos (Barrientos et al, 2019;
Gutiérrez-Torres y Buitrago-Velandia, 2019).
El establecimiento de normas y expectativas claras en el aula también es esencial para un clima favorable.
Marzano et al (2003) señalan que las normas deben promover el respeto mutuo, la responsabilidad y el buen
comportamiento. La consistencia y la justicia en la aplicación de estas normas son fundamentales para que los
estudiantes se sientan seguros y comprendan las consecuencias de sus acciones.
Otra estrategia efectiva respaldada por la investigación es el reconocimiento y la valoración de los logros y
esfuerzos de los estudiantes. Wentzel (2009) destaca la importancia del refuerzo positivo, el elogio sincero y la
retroalimentación constructiva para motivar y fortalecer la autoestima de los alumnos. Al reconocer y celebrar
los avances y logros individuales y colectivos, se promueve una cultura de reconocimiento y estímulo mutuo en
el aula.
Por último, la promoción de la inclusión en el aula y la valoración de la diversidad son aspectos esenciales para
generar un clima de aula favorable. Los docentes deben adaptar sus estrategias y recursos para atender las
necesidades de los estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje, habilidades y antecedentes culturales. Este
enfoque se alinea con el trabajo de Rimm-Kaufman et al (2015), quienes encontraron que la calidad de la
interacción docente-estudiante se relaciona con el compromiso de los estudiantes, independientemente de su
género.
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2. Metodología
La presente investigación adopta un enfoque descriptivo-interpretativo con el propósito de analizar el discurso
docente utilizado en clases virtuales. Para ello, se llevó a cabo la recogida de datos mediante una videograbación
de clases online impartidas por una docente chilena de educación secundaria, con el objetivo de analizar las
estrategias discursivas empleadas por ella para mantener un clima de aula favorable durante las clases virtuales.
2.1. Participantes
En esta experiencia participaron un total de 72 estudiantes, distribuidos en los niveles de primer, segundo y
tercer año de Enseñanza Media, que serán referidos como 1EM, 2EM y 3EM, respectivamente. Además, la
docente responsable de impartir las clases también formó parte de la investigación. Este enfoque permitió una
observación detallada de cómo el discurso docente se adapta a los diferentes escenarios presentes en cada nivel
educativo.
2.2. Instrumentos
Para la recolección de datos, se realizó una transcripción manual de las tres clases que componen el corpus de
estudio. Estas clases están disponibles en el portal de videos Youtube®. Posteriormente, tres especialistas en
educación identificaron y seleccionaron aquellos episodios interactivos que contenían enunciados relacionados
con el clima de aula. Luego, estos episodios fueron clasificados según la propuesta que se sintetiza en la Tabla 1.
Tabla 1
Clasificación de episodios interactivos
Aceptación de los aportes de los
alumnos
Expresiones afirmativas, repeticiones, asentimientos
u otros movimientos de cabeza, sonrisas, otros
Elogio a los aportes de estudiantes
Interpelaciones, reelaboraciones, felicitaciones,
otros
Mostrar interés por aportes de
estudiantes
Preguntas, paráfrasis, otros
Posibilitar y fomentar la interacción con
los alumnos
Interpelaciones, postura relajada, flexibilización de al
estructura de participación, otros
Captar la atención de los alumnos
Elevación de la voz, creación de expectativas, otros
Fuente: elaborada a partir de Cuadrado y Fernández, 2008; Fernández y Cuadrado, 2008
El enfoque de Cuadrado y Fernández (2008) busca identificar “aquellos comportamientos comunicativos que
favorecen la creación de un clima de aula afectivo y emocionalmente positivo” (p. 10). Los criterios utilizados
para esta clasificación incluyen: aceptación de los aportes de los alumnos, elogio a los aportes de los alumnos,
demostrar interés por los aportes de los alumnos, facilitar y fomentar la interacción con los alumnos, y captar la
atención de los alumnos.
2.3. Procedimiento
El proceso de investigación se llevó a cabo en cuatro fases. En primer lugar, se seleccionaron las clases que se
analizaron, teniendo en cuenta el objetivo planteado. En la segunda fase, se realizó la transcripción de cada una
de las sesiones grabadas. La tercera fase consistió en la selección e identificación de las unidades de análisis, que
corresponden a los episodios interactivos. Por último, se procedió a categorizar estos episodios según la
estrategia utilizada para promover un clima de aula favorable.
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3. Resultados y discusión
Tabla 2
Resultados por nivel
Clima de aula
1EM
2EM
3EM
Total
Aceptación de los aportes
de los alumnos
2
2
4
Elogio a los aportes de los
alumnos
7
7
14
Mostrar interés por los
aportes de los alumnos
1
4
8
13
Posibilitar y fomentar la
interacción con los
alumnos
7
3
10
20
Captar la atención de los
alumnos
2
2
Total
15
9
29
Fuente: elaboración propia
La interacción en entornos virtuales de aprendizaje se ha convertido en un aspecto fundamental para el éxito
educativo en la era digital. Propiciar una participación activa y significativa de los estudiantes en clases online es
crucial para mantener altos niveles de compromiso y motivación. La interacción permite el intercambio dinámico
de ideas, facilita la resolución de dudas en tiempo real y crea un ambiente de aprendizaje enriquecedor. Además,
promueve el desarrollo de habilidades tecnológicas y de comunicación digital, preparando a los estudiantes para
enfrentar los desafíos del mundo actual, donde la tecnología juega un papel central.
Fomentar la interacción en clases online también contribuye a una mayor inclusión y diversidad al eliminar las
barreras físicas y permitir la participación desde cualquier lugar. Los docentes deben implementar estrategias
pedagógicas adecuadas, como el uso de plataformas interactivas, debates virtuales y actividades en grupos
pequeños, para optimizar la interacción y enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. El episodio que
presentamos a continuación da cuenta de un esfuerzo de la docente por fomentar la interacción y el uso de
recursos tecnológicos:
Profesora: Y además esta presentación yo la voy a poner en el Instagram, en el Facebook, en el Google Classroom
(...) y para que puedan tenerlo de cualquier manera. Me interesa más que me escuchen, que pregunten y que
vean los recursos que les pongo.
Las investigaciones respaldan consistentemente la importancia de la interacción en clases online. Un estudio
realizado por Cole et al. (2021) encontró una correlación positiva entre la participación activa de los estudiantes
en clases virtuales y su compromiso y satisfacción con el curso. De manera similar, Halverson y Graham (2019)
concluyeron que la interacción entre estudiantes y docentes en entornos virtuales facilita la construcción de
relaciones y promueve un ambiente de apoyo y confianza que impacta positivamente en el aprendizaje.
Asimismo, una revisión de la literatura realizada por Picciano (2021) destacó que la interacción en clases online
mejora el rendimiento académico y el desarrollo de habilidades de comunicación y colaboración.
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No obstante, existen desafíos a la hora de fomentar la interacción en clases online. Un estudio llevado a cabo
por Eom y Ashill (2018) reveló que algunos estudiantes pueden enfrentar dificultades para participar activamente
debido a problemas técnicos o a la falta de habilidades tecnológicas. Además, Salgado (2015) encontró que
algunos estudiantes pueden percibir la interacción en clases online como menos personal y satisfactoria en
comparación con las clases presenciales. Precisamente, debido a esto, varias de las interacciones encontradas
en el corpus buscan romper con esta barrera que establece el micrófono silenciado y la cámara apagada:
Profesora: Desmutéense, niñas, por favor. Y señor-caballero. A., desmutéate para saludar. ¡Hola! ¿Cómo estás?
Profesora: ¡Hola A! Activa tu cámara para saludarte. Ahí veo a la V. Y el resto, veo puras letritas. Yo estoy
exactamente igual como estoy en mi casa, así que tranquilos si salen en pijama o con gorro, da igual. No importa
mucho cómo nos veamos.
La actitud de docentes y estudiantes hacia las clases virtuales es un factor fundamental que influye en la
efectividad del proceso de enseñanza-aprendizaje en entornos digitales. Los docentes juegan un papel clave en
la adaptación a este nuevo formato educativo, y una actitud positiva hacia las clases virtuales puede ser
determinante para mantener altos niveles de compromiso y motivación en los estudiantes. Un estudio realizado
por Kim y Frick (2011) encontró que los docentes entusiastas y receptivos hacia las clases virtuales lograban una
mayor participación y colaboración de sus alumnos, lo que se traducía en un mejor rendimiento académico.
Por otro lado, la actitud de los estudiantes también es esencial para el éxito de las clases virtuales. Investigaciones
como la de Abuhlfaia y Quincey (2019) han demostrado que los estudiantes con una actitud positiva hacia las
clases virtuales tienden a sentirse más comprometidos con el aprendizaje y a participar de manera más activa en
las actividades académicas. Asimismo, un estudio de Unger y Meiran (2020) encontró que los estudiantes con
una actitud favorable hacia las clases virtuales tienen una mayor autoeficacia percibida en el uso de tecnologías
y presentan menos barreras para el aprendizaje en entornos virtuales.
A pesar de los beneficios de una actitud positiva hacia las clases virtuales, algunos docentes y estudiantes pueden
mostrar resistencia o desconfianza hacia esta modalidad educativa. Un estudio de Martin et al (2019) identificó
que los docentes pueden sentirse abrumados por la tecnología y la necesidad de adaptar sus metodologías de
enseñanza, lo que puede generar resistencia al cambio. De manera similar, investigaciones como la de Zapata-
Lamana et al (2021) han señalado que algunos estudiantes pueden percibir las clases virtuales como menos
efectivas y menos interactivas en comparación con las clases presenciales, lo que puede afectar su actitud y
compromiso hacia el aprendizaje en línea.
La participación se propicia por parte de la profesora a partir del uso de recursos tecnológicos además de la
videoclase, como Mentimeter, Instagram y otros. Según el estudio de Armstrong-Gallegos y Sandoval-Obando
(2022), estas prácticas provocan que los estudiantes se vean desafiados a mantener altos niveles de
determinación y participación autorreguladas. La suma de ambos factores podría explicar el hecho de que
mientras más se fomente la participación, esta se obtiene en mayor medida, tal como lo señala el trabajo de
Moliní y Sánchez-González (2019), puesto que ambas partes, docente y estudiantes, asumen un compromiso de
colaboración mutua (León y Barbosa, 2020).
Profesora: Dos temas vimos en las guías. Si ustedes tienen preguntas, por favor, siéntanse libres de escribirme,
de conversarme a través del Instagram…Cualquier duda que ustedes tengan me interesa que sientan que están
avanzando, que no se están quedando estancados.
Valdivia et al (2019) señalan que la participación estudiantil en las clases, particularmente la obtenida por medio
de distintas plataformas tecnológicas, tiene relación con la familiaridad y cercanía que tienen los alumnos con
estos recursos, ya que ejercen un uso diario de estos dispositivos, por lo que están altamente capacitados para
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emplearlos en diversos contextos, entre ellos, el de las clases virtuales. En este sentido, el rol de la docente es
mediar el involucramiento activo de los estudiantes en su aprendizaje.
De las estrategias analizadas, la de captar la atención de los estudiantes es la que menos frecuencia presenta en
la práctica de la docente. Una posible explicación de aquello es que la profesora utiliza otras técnicas, como el
fomento de la interacción y participación del estudiantado y el interés por escuchar sus aportes, particularmente
a través de preguntas generales y dirigidas a los alumnos. El estudio realizado por Crujeiras y Jiménez (2018), que
analiza las estrategias usadas por dos docentes de ciencias en educación secundaria para promover la
intervención de los estudiantes, evidencia que la pregunta es una técnica ampliamente utilizada y eficaz en el
aula de clases.
Profesora: Cuéntanos. Desarrolla un poquito.
Profesora: AF, ¿Qué opinas tú de lo que dijo A, o V?
En la investigación de Moliní y Sánchez-González (2019) se establece que al otorgar preponderancia a la
comunicación bidireccional durante la clase y, con ello, mayor protagonismo al estudiantado, de modo que exista
un diálogo colaborativo y constructivo, mejora la reflexión, la discusión y el pensamiento crítico de los alumnos.
La profesora logra este aspecto principalmente a través del planteamiento de interrogantes hacia los
estudiantes, junto con la declaración de la importancia de su participación en clases:
Profesora: Agradezco la presencia de todos los que están acá. Me gustaría mucho que participaran más, porque
la clase no la hace una profe, sino que la hacen los alumnos con sus profes cuando interactúan, cuando preguntan.
Profesora: Excelente! De hecho, mientras más sepan y más quieran opinar, mejor. Haría la clase más interesante.
4. Conclusiones
Este trabajo tuvo como objetivo analizar las estrategias discursivas que utiliza una docente chilena de educación
secundaria para mantener un clima de aula favorable durante las clases online. Para ello, se analizaron tres clases
online de Historia, se identificaron los episodios interactivos que favorecen el clima de aula y se clasificaron en
cuatro categorías: aceptación de los aportes de los alumnos, elogio a los aportes de los alumnos, demostrar
interés por los aportes de los alumnos, facilitar y fomentar la interacción con los alumnos, y captar la atención
de los alumnos.
Luego del análisis, se puede concluir que la docente utiliza variadas estrategias para propiciar un clima de aula
favorable, lo que, a su vez, da cuenta de su compromiso con el aprendizaje de sus estudiantes. De las categorías
que contempla el modelo de análisis utilizado, destaca “posibilitar y fomentar la interacción con los alumnos”
como la más frecuente, mientras que “captar la atención de los alumnos” es la que menos presencia tiene en el
corpus. En relación con la cantidad de interacciones por nivel, 3EM se ubica en el primer lugar con treinta,
seguido de lejos por 1EM.
El análisis realizado permitió observar prácticas docentes que demuestran el interés y compromiso de la
profesora por generar un clima de aula favorable, lo que permite incidir positivamente en el aprendizaje y,
consecuentemente, en el rendimiento académico.
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