ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea)
https://www.revistaespacios.com Pag. 15
Vol. 43 (04) 2023 • Art. 2
Recibido/Received: 19/02/2023 • Aprobado/Approved: 17/03/2023 • Publicado/Published: 15/04/2023
DOI: 10.48082/espacios-a23v44n04p03
Percepciones docentes sobre la importancia de la educación
emocional desde edades tempranas
Teacher perceptions about the importance of emotional education from an early age
GONZÁLEZ LOOR María I.
1
VÁZQUEZ AVILÉS Paúl A.
2
Resumen
El estudio analiza la importancia del desarrollo de la educación emocional en edades tempranas desde
la perspectiva docente. Su muestra por conveniencia tiene enfoque cualitativo y los instrumentos
fueron encuesta y entrevista. Los docentes encuentran en los infantes sobre protección, miedos, falta
de normas, autonomía y lenguaje expresivo. Concluyen que es fundamental su desarrollo porque
genera competencias emocionales: conocimientos, habilidades y actitudes necesarias individual y
socialmente.
Palabras clave: emoción, desarrollo emocional, educación emocional, primera infancia
Abstract
The study analyzes the importance of the development of emotional education at an early age from the
teaching perspective Its sample for convenience has a qualitative approach and the instruments were
survey and interview. Teachers find in children about protection, fears, lack of norms, autonomy and
expressive language. They conclude that its development is fundamental because it generates
emotional competences: knowledge, skills and attitudes necessary individually and socially.
Keywords: emotion, emotional development, emotional education, early childhood
1. Introducción
La educación contemporánea en todos sus niveles requiere adaptarse a una sociedad cambiante, llena de
incertidumbre y con exigencias cada vez mayores dentro de varios ámbitos, entre ellos los productivos,
académicos, económicos, sociales entre otros. De esta forma, el mundo globalizado constantemente prioriza la
formación de personas acordes a un sistema de producción acelerado y eficiente, así la educación ha ido
centrando su enfoque en el aprendizaje de contenidos y conocimientos intelectuales afines a esta idea y dejando
a un lado la importancia del componente emocional que poco interesa a este sistema mencionado.
No obstante, es necesario promulgar la idea de un mundo en el que seamos más humanos y es aquí donde la
educación emocional cobra su importancia como mecanismo de transformación de las personas, quienes al
poder conocerse podrán entender y respetar a los otros. Vivimos en una sociedad en donde las emociones
1
Universidad Nacional de Educación (UNAE). Email: mariaisabel05@live.com.ar
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Universidad Nacional de Educación (UNAE).
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constantemente guían las acciones, hecho por el cual es necesario tener las herramientas pertinentes para que
los individuos aprendan a regularlas de una manera efectiva con el propósito de formar espacios de
interrelaciones más condescendiente; que prioricen el respeto y la convivencia armónica entre sus individuos.
Con estas premisas se enfatiza la relevancia de reconocer en la educación el desarrollo de las emociones desde
edades tempranas, para sentar las bases necesarias y que en los próximos niveles educativos los infantes puedan
manejar una adecuada inteligencia emocional; permitiéndoles interactuar con él y los otros de una manera
respetuosa y empática. Se resalta además considerar este tipo de educación en el nivel inicial debido a que la
misma provee de otros beneficios a los niños, tales como: la automotivación, autorregulación, incremento de
habilidades sociales y de comunicación; entre otros.
El presente estudio destaca la mirada de las docentes del nivel Inicial de un Centro de Desarrollo Infantil (CDI)
ubicado en la ciudad de Azogues - Ecuador; luego del retorno a las clases presenciales considerando la virtualidad
empleada en la crisis de la pandemia. Se plantea como objetivo analizar la importancia del desarrollo de la
educación emocional en edades tempranas desde la perspectiva docente. La metodología adoptada considera
un enfoque cualitativo y una perspectiva de un estudio de caso mediado por el uso de técnicas como la entrevista
y la encuesta. El análisis parte de la interpretación de los criterios manifestados de acuerdo a las técnicas
determinadas, dotando a la investigación de un alcance descriptivo. Se pretende contestar la siguiente pregunta
de investigación: ¿Qué percepciones presentan los docentes sobre la importancia de la educación emocional
desde la primera infancia?
El trabajo se conforma de un apartado conceptual y metodológico. En el primero se describe teoría sobre:
desarrollo y educación emocional, emociones en educación infantil e inteligencia emocional, y el metodológico
explica el proceso investigativo desarrollado y los resultados obtenidos.
1.1. Desarrollo
Para entender la importancia de la educación emocional es necesario clarificar algunos conceptos generales que
conforman este tema. En primera instancia se presenta definiciones de emoción:
La emoción es ese motor que todos llevamos dentro. Una energía codificada en ciertos circuitos neuronales
localizados en zonas profundas de nuestro cerebro (en el sistema límbico) que nos mueve y nos empuja a vivir,
a querer estar vivos en interacciones constantes con el mundo y con nosotros mismos. (Bisquerra y Pérez, 2012,
p.19).
El autor manifiesta, desde un punto de vista fisiológico la emoción es un eje que nos permite vivir e interactuar
en el mundo, siendo la misma la que otorga en gran medida significado a la existencia. En otras palabras, estamos
vivos porque sentimos. Sentir alegría, tristeza, rabia en nuestra cotidianidad es parte de este proceso que
permite estar conectado con uno mismo; con el otro y el contexto en general. Otros autores complementan la
concepción de las emociones; aludiendo aspectos socio culturales; tales como:
Lo que conocemos como emociones son los sitios donde lo social se inserta significativamente —con intensidad
sensorial variable— en la realidad viviente, cognitiva y perceptiva, es decir, en la unidad psicofísica de los sujetos
sociales. Lo intensamente significativo es parte de las interacciones sociales, es cierto, pero la dimensión corporal
jamás está ausente de ellas. (Bourdin,2016, p.68)
La concepción de emoción expuesta, vincula la relación dependiente entre lo manifestado individualmente a
través de una emoción en correspondencia con un estímulo social externo. De esta forma, se comprende que
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emoción es una reacción manifestada de diferente forma en cada ser humano. Este hecho es fácilmente
comprobable porque cada persona reacciona de manera distinta ante una determinada situación, he aquí la
importancia de la significación y los procesos internos subjetivos asociados a los contextos. Porque lo que, ciertas
situaciones a un grupo de población le pueden causar regocijo mientras que a otro grupo no; por ejemplo: las
corridas de toros, o los juegos del Carnaval en América del Sur.
Una vez expuestas consideraciones relativas a las emociones de manera general, a continuación, se explicitan
criterios sobre educación emocional de acuerdo algunos autores. Según Bisquerra (2000) la educación emocional
tiene como propósito fortalecer el progreso de las competencias emocionales, destacando a las mismas como
componentes fundamentales del desarrollo humano, que además contribuyen con el bienestar individual y
social. Este tipo de educación se percibe como un proceso educativo continuo y permanente que permite tener
una visión integral del desarrollo y crecimiento del individuo, una visión que además de reconocer la importancia
de los conocimientos cognitivos integra los valores y las emociones como partes esenciales de la formación. Se
resalta que es un proceso continuo que a lo largo de la vida se va desarrollando y potenciando.
Otras concepciones como la de Casassus (2006) destacan en las emociones los elementos generadores de
acciones que pueden interiorizar las personas, resaltando de esta forma la dependencia entre conocimiento y
emoción. En este sentido los individuos a través de una efectiva educación de sus emociones estarán en la
capacidad de generar pensamientos que permitan interpretaciones y juicios de valor, como manifestaciones de
su consciencia. En síntesis, esta dependencia logra que se identifiquen sus intenciones racionales en relación al
propósito pretendido.
El autor destaca el vínculo directo entre emoción y conocimiento que a través de la educación emocional debe
ser interiorizado, codificado y no es meramente reproducido de manera objetiva. Así en términos educativos; se
entiende que cualquier aprendizaje se torna significativo cuando existe una emoción que la motive. En la
educación de la primera infancia el mejor ejemplo de esta premisa se describe a través de las expresiones
verbales y no verbales: de felicidad, enojo, frustración o insatisfacción de los niños cuando aprenden un tema; o
cuando juegan o socializan con su grupo.
A la par de lo establecido, autores como Gómez (2017) complementan estas concepciones a través de una
visión humanista de este tipo de educación, enfatizando que: “se resalta el valor de la educación emocional
como elemento que prepara al sujeto para lidiar con las vicisitudes que puede presentar la cotidianidad”.
(p.1) De manera sintetizada se comprende que la educación emocional es un proceso continuo que
contribuye a un desarrollo integral de las personas, quienes al educar sus emociones estarán en capacidad
de interiorizar su aprendizaje y por consiguiente desarrollar habilidades necesarias para enfrentarse a la vida
diaria.
Una vez expuestas las consideraciones sobre educación emocional es necesario abordar las emociones en
educación infantil y su importancia. Los aprendizajes adquiridos en la primera infancia tienen una gran
repercusión a lo largo de toda la vida del ser. He aquí la relevancia de una visión integral del aprendizaje, una
mirada integral e integrada que reconozca; como se había mencionado, los aspectos cognitivos, sociales y de
manera relevante el desarrollo emocional.
De esta manera se enfatiza que, el considerar las emociones dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje
en los primeros años, posee varios beneficios, entre los cuales se destaca:
•Potencia actitudes de respeto, tolerancia y prosocialidad.
•Potencia la capacidad de esfuerzo y motivación ante el trabajo.
•Desarrolla la tolerancia a la frustración.
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• Favorece el autoconocimiento y el conocimiento de los demás.
• Desarrolla la capacidad para relacionarse con uno mismo y con los otros de
• forma satisfactoria para uno mismo y para los demás.
• Desarrolla el control de la impulsividad. (López,2005, p.157)
Es evidente que el beneficio de una educación emocional en edades tempranas comprende ámbitos personales
y de convivencia armónica con los otros.
Permitiendo a los infantes conocerse y reconocerse como individuos; manteniendo una relación directa con su
entorno social, accediendo a la oportunidad de pensar más allá de su propio ego; que es parte del desarrollo en
estas edades.
Lo mencionado estipula la importancia de este tema. Sin embargo, no se puede dejar de lado el papel de los
agentes educativos para la consecución práctica de una educación emocional en las aulas. López (2005) resalta
la importancia de formar competencias emocionales en los niños; pues, únicamente la implementación de
actividades no es una educación emocional, es necesario desarrollar actitudes y formas de expresión en las que
las emociones sean experimentadas y respetadas, es un proceso entre el educando y los educadores donde se
vive las emociones.
Por consiguiente, el papel del docente dentro de este proceso será el de guía que propicia la libre expresión
emocional ante determinadas circunstancias, sin limitar las reacciones por parte de los niños. Es necesario que
cada infante aprenda a expresar lo que siente y tener empatía con los otros; saber que cada emoción es válida.
La libre expresión es el primer paso para posteriormente aprender a regular las reacciones emocionales ante
determinadas situaciones que la vida le presente. Complementando lo expuesto se alude que:
La enseñanza de habilidades emocionales y sociales, en el ámbito educativo, no depende tanto de la
instrucción verbal, sino de la práctica, el entrenamiento, y su perfeccionamiento. Por lo cual, se vuelve
esencial convertir las habilidades emocionales como una respuesta adaptativa más del repertorio natural
de las niñas y los niños, y de las maestras (Fernández-Berrocal y Ruiz-Aranda, 2008).
Es en la práctica donde el conocimiento cobra sentido e importancia y en el campo educativo, más aún en el
emocional, el vivir las emociones constituyen el mecanismo para aprender a controlarlas, tal como indica el autor
una habilidad emocional al practicarla reiteradamente se vuelve parte natural de la vida de la persona.
Antes de continuar con apreciaciones sobre la educación emocional en educación en la primera infancia es
importante definir el término de “competencias emocionales” con el propósito de clarificar de mejor forma la
educación emocional. De esta manera: “Se entiende por competencia emocional como el conjunto de
habilidades, conocimientos, capacidades y actitudes necesarias para expresar y regular de forma eficaz los
fenómenos emocionales en diversas situaciones de la vida”. (Bisquerra y Pérez, 2007) Esta definición integra en
un solo elemento varios factores inmersos en los procesos educativos; dando relevancia a las actitudes,
habilidades a la par de los conocimientos. De forma general contribuir con el desarrollo de competencias es el
propósito de una educación emocional.
Extremera y Fernández-Berrocal (2009) corroboran este principio; pues de igual manera relacionan las
dimensiones de los procesos tanto cognitivos como afectivos; y aseguran que en educación este hecho es
imprescindible; ya que no hay aprendizaje sin que estén inmiscuidas las emociones. Otras consideraciones de
este término indican que:
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La inteligencia emocional es como un conjunto de características clave para resolver con éxito los
problemas vitales entre las que destacan: la habilidad de auto motivarse y persistir sobre las
decepciones; controlar el impulso para demorar la gratificación; regular el humor; evitar trastornos que
disminuyan las capacidades cognitivas; mostrar empatía, y generar esperanza. (Fragoso,2015, p.115)
El autor concibe a la inteligencia emocional como la capacidad de regular las emociones con el propósito de
generar bienestar tanto individual como social. En este sentido, los infantes al desarrollar la inteligencia
emocional estarán en la capacidad de mejorar su interacción social y comprender el mundo como una comunidad
y no como un escenario individual donde el centro de todos sean ellos.
Otras consideraciones complementan este criterio señalando que: “La Inteligencia Emocional se entiende como
la capacidad para reconocer los sentimientos y manejarlos adecuadamente, y se considera esencial para vivir
relaciones personales positivas y maduras”. (López, Soto y Rico, 2015, p.1)
Las apreciaciones de las concepciones detalladas coinciden en una serie de procesos que comienzan con el
reconocer las emociones, expresarlas libremente para luego aprender a regularlas. Se requiere un seguimiento
continuo que tiene como fin formar una sociedad más humana partiendo desde la individualidad de cada ser. El
niño desde su nacimiento tiene la capacidad de relacionarse socialmente; pero requiere de un entorno que
permita hacerlo de manera adecuada, porque solo no puede. Necesita de relaciones sociales y experiencias
afectivas con sus cuidadores para constituirse plenamente y desarrollar su potencialidad cognitiva, social y
emocional, ya que todas estas dimensiones se encuentran íntimamente relacionados y se siguen entretejiendo
en el transcurso de la vida.
2. Metodología
La perspectiva adoptada en el presente trabajo corresponde a la cualitativa, misma que expresa: “El enfoque
cualitativo puede concebirse como un conjunto de prácticas interpretativas que hacen al mundo “visible”, lo
transforman y convierten en una serie de representaciones en forma de observaciones, anotaciones, grabaciones
y documentos” (Hernández, Fernández y Baptista, 2014, p.9).
Se considera este punto de vista porque se realiza un análisis interpretativo de las respuestas obtenidas en las
encuestas y entrevistas. Las que se encuentran vinculadas a los criterios de las docentes en relación a la
educación emocional y su importancia de desarrollarla en el nivel educativo de la primera infancia. A la par se
elige al estudio de caso como diseño de estudio, mismo que explicita:
Mediante este método, se recogen de forma descriptiva distintos tipos de informaciones cualitativas,
que no aparecen reflejadas en números si no en palabras. Lo esencial en esta metodología es poner de
relieve incidentes clave, en términos descriptivos, mediante el uso de entrevistas, notas de campo,
observaciones, grabaciones de vídeo, documentos"(Cebreiro López y Fernández Morante, 2004, p.666).
Se caracteriza este diseño porque gracias al mismo se puede considerar de manera puntual un fenómeno
determinado. En este caso el fenómeno que se analiza son las percepciones de las docentes del CEI ubicado en
Azogues. Es decir, un fenómeno concreto de un grupo específico por lo que no se pueden generalizar estos
resultados.
En relación a la muestra del proceso investigativo se consideraron 10 docentes del CDI de la ciudad de Azogues,
quienes respondieron a siete preguntas en una encuesta virtual mediada por la plataforma Google forms. Las
preguntas tuvieron como propósito esencial conocer las percepciones de las docentes en relación a la
importancia de las emociones en el nivel educativo infantil; así como comprender sus criterios en relación a lo
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que son las emociones de manera general. Asimismo, tres docentes pertenecientes a la misma muestra
respondieron a una entrevista semiestructurada con interrogantes relativas al desarrollo de la inteligencia
emocional y su importancia.
3. Resultados
3.1. Resultados y discusión de las encuestas
Según las respuestas obtenidas se percibe que para las docentes encuestadas es muy importante educar las
emociones desde la primera infancia con el propósito de poderlas regular en un futuro y afrontar situaciones
adversas de una manera efectiva. Con esta apreciación, las maestras enfatizan la importancia de incluir la
educación emocional dentro de las aulas por su impacto en la esfera psíquica y axiológica del niño y debe ser
intervenida al igual que el logro de objetivos de aprendizaje. Es sustancial comenzar a pensar en una formación
a nivel personal, humana, a la par de la formación en habilidades, destrezas y competencias académicas. A
continuación, se vacían los conceptos de emociones encontrados en la encuesta
Tabla 1
Vaciado sobre los conceptos de emociones manifestados por las docentes
Conceptos de emociones
“Es la manera de expresar nuestros sentimientos”
“Son las expresiones intencionadas o no del ser humano”
“Son sentimientos que se presentan de acuerdo a diferentes situaciones y reaccionamos a ello”
“Es todo lo que sentimos sean estos sentimientos positivos o negativos”
“Son reacciones que manifestamos en situaciones cotidianas cuando interrelacionamos con nuestros
pares”
“Es aquello que sentimos, cuando percibimos algo o a alguien”
“Es una manera de expresar lo que sienten, lo que piensan”
“Las emociones son reacciones que los seres humanos expresamos ante un estímulo del entorno
natural, social, cultural”
“Son estados de ánimo, sentimientos expresados, situaciones concretas del ser humano que se ve
influenciado por su entorno inmediato”
“Son reacciones que experimentamos ante diferentes situaciones”
Nota. Expresiones que demuestran el concepto que las docentes
manejan sobre emociones. Fuente: Elaborado por los investigadores.
Los datos indican que las docentes entienden a las emociones como sentimientos, reacciones y formas de
expresión intencionadas e influenciadas por el entorno y ejecutadas en situaciones determinadas. Conceptos
que se vinculan directamente con apreciaciones teóricas sobre este tema. De esta forma se comprueba que
existe un acercamiento, capacitación y puesta en práctica del concepto por parte de las docentes. Con respecto
a estas concepciones Calderón (2014) manifiesta que:
El papel que juega el personal docente es de suma importancia, pues, al permanecer por extensos
periodos en las aulas en interacción con las niñas y los niños, tiene la posibilidad de observar su
comportamiento y obtener información muy valiosa, indispensable para potenciar el desarrollo integral
de la población estudiantil.
Para culminar con la interpretación; se destaca que según las docentes las principales destrezas y habillidades a
trabajar en los niños en el retorno a clases presenciales son: “ lo social pero sobre todo académico” ,
“interrelacionarse con sus compañeros”, “el lenguaje”,” sobre protegidos, sin normas ni hábitos adecuados, con
escaso o poco lenguaje y vocabulario”,”miedo”, “ falta de autonomía y la capacidad para socializar “
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Elementos lógicos debido a que los niños se acostumbraron a una cotidianidad familiar en la que varios de ellos
no hablaban más que lo necesario, no interactúan con otras personas fuera de su círculo familiar y tenían hábitos
distintos a una vida escolar. Estas apreciaciones constituyen los desafíos de las docentes en el retorno a la
presencialidad, sin embargo, el desfase tomará su tiempo y necesita una articulación directa con la familia para
que tanto escuela como hogar persigan los mismos fines.
3.2. Resultados y discusión de las entrevistas
Según las apreciaciones obtenidas en las entrevistas realizadas a tres docentes; se percibe al igual que la
encuesta, la importancia de abordar las emociones en el nivel educativo inicial, destacando que es prioritario
que los niños desde edades tempranas identifiquen y expresen las emociones básicas. En términos concretos
ponerle nombre a lo que sienten. Esta acción constituye la base para que a lo largo de su desarrollo aprendan a
regularlas y cumplan con el propósito estipulado en la inteligencia emocional.
En relación a este tema las docentes conocen su significado y valoran su relevancia para formar seres humanos
sensibles, empáticos y que aprendan a vivir su vida en comunidad, pensando en el otro y en ellos mismos. La
desarrollo emocional contribuye de manera directa a evitar conflictos y situaciones sociales que en la actualidad
se hacen muy evidentes, entre ellos la depresión,ansiedad, nfácil frustración, baja autoestima e inclusive el
suicidio.
En consecuencia, la educación emocional es un proceso que parte de la identificación de las emociones, libre
expresión y posteriormente, en un mayor grado de complejidad, aprender a regularlas y las consecuencias de
esta regulación se percibe en una armonía personal y social. La educación actual necesita considerar lo
emocional, actitudinal y los valores con la misma relevancia que lo intelectual. Las personas necesitan aprender
a vivir consigo mismas y con los demás. Por ello la importancia de integrar la educación emocional en los procesos
de enseñanza-aprendizaje y comenzar desde el nivel educativo correspondiete a la primera infancia debe ser
prioridad (Cardona,2017).
Tabla 2
Hallazgos en el análisis de los datos
Hallazgos
Los niños deben aprender a llamar por sus nombres a las emociones y sus sentires, que parten del
autoconocimiento para luego ser transferidos a los demás.
El desarrollo de la inteligencia emocional permite un proceso de discernimiento y autorregulación
que a su vez; admite evitar conflictos personales y sociales, tales como: suicidios, depresión, baja
autoestima, ansiedad, riñas y diversos tipos de violencia.
Educar desde la primera infancia la esfera emocional es tan relevante como educar lo intelectual;
pues, involucra la integralidad de su desarrollo. Por lo que las experiencias afectivas con sus
cuidadores tanto del contexto familiar como del educativo son relevantes.
Fuente: Elaborado por los investigadores.
Los docentes determinan que gestionar las emociones desde la primera infancia da la oportunidad de tener
conciencia de sí mismo; pues, le permite conocer lo que su cuerpo siente ante diversas circunstancias. Por lo
tanto, el trabajo en conjunto con la familia y el aula admite en los niños considerar parámetros sociales de
comportamientos individuales y colectivos. Además, colabora en la resolución de conflictos emocionales que se
vislumbran a través de comportamientos acertados o errados de quienes actúan en sus contextos; pudiéndolos
identificar y tener una concepción vivenciada sobre los mismos.
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4. Conclusiones
Una vez realizado el proceso investigativo en cuanto a las percepciones de los docentes sobre la educación
emocional se concluye que la educación emocional es fundamental en las personas. Gracias a la misma se
generan una serie de competencias emocionales que incluyen conocimientos, habilidades y actitudes necesarias
para el bienestar individual y social de cada persona.
Se destaca de igual forma que en el nivel educativo de la primera infancia se deben construir las bases primarias
para desarrollarla, comenzando con la identificación y la expresión de las emociones básicas. Los niños necesitan
aprender a darle nombre a lo que sienten y saber que cada emoción es válida. En este proceso los docentes y la
familia constituyen las figuras esenciales que guían y propician experiencias de exploración emocional en los
infantes; además de brindar la oportunidad de tener acercamientos en la regulación de emociones.
Finalmente es fundamental resaltar la importancia de que la educación emocional sea integral e integrada a las
realidades de los infantes y a los contenidos curriculares revisados en el nivel. Que el sistema educativo
reconozca la dependencia entre el conocimiento intelectual y el emocional, debido a que un aprendizaje se
vuelve significativo sólo cuando existe una relación directa con la emoción. Por lo tanto, es tarea de la educación
actual y d ellos docentes que la imparten; dar realce a la educación emocional como el mecanismo de formar
seres humanos que sienten, piensan y transforman espacios sociales cercanos.
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